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La temperatura idónea. Casa

La temperatura idónea. Casa

Con la llegada del invierno, una de las estaciones más extremas, la climatización en el hogar cobra mucha importancia. No es para menos, ya que la temperatura influye directamente en muestra salud. Conseguir una temperatura idónea en casa que nos libre de las consecuencias negativas de pasar frío es una de las necesidades domésticas más básicas. Téngase en cuenta que en una vivienda pueden haber cambios bruscos de temperatura con solo cambiar de habitación. Aunque a veces no se le concede importancia a este hecho al estar dentro de casa, en realidad es más importante de lo que parece. Los cambios bruscos de temperaturas son los responsables de la mayoría de los resfriados. Esto ocurre porque los virus aprovechan cuando nuestro sistema inmunitario está bajo en defensas para atacarnos. Aunque nuestras defensas sean fuertes, el sistema inmunológico tienen que adaptarse a los cambios de temperatura, haciendo para ello cierto esfuerzo. Es entonces cuando los virus aprovechan para atacar. Además de resfriados, los cambios bruscos de temperatura pueden provocar alergias respiratorias. Estudios médicos revelan también que estos cambios bruscos de temperatura pueden incrementar el riesgo de infartos de miocardio y angina de pecho. Como puede verse, merece la pena dedicar atención a conseguir una temperatura idónea en el interior de casa.

La temperatura más adecuada: una cuestión de salud

Según los médicos, la temperatura más óptima para nuestro organismo realice correctamente sus procesos fisiológicos debe ser de 36,5 grados. Nuestro cuerpo dispone de mecanismos para regular el calor corporal de modo que le afecte lo menos posible los cambios de la temperatura ambiente. Cuando la temperatura externa desciende, el cuerpo pierde calor, provocando que nuestra temperatura interna baje también. Es entonces cuando nuestro organismo trabaja intensamente para generar calor y conservarlo en nuestros órganos principales. Lo que ocurre cuando sentimos frío de forma prolongada es que al verse obligado nuestro organismo a esforzarse en generar calor, las defensas se vuelven más vulnerables. Por eso se hace necesario que en el interior de casa consigamos una temperatura lo más óptima posible, y eso implica que sea homogénea en toda la casa.

Para conseguirlo, el primer paso será evitar que el frío se cuele en el interior de casa. Para conseguir una buena climatización es muy importante que las ventanas y paredes de la casa tengan la capacidad aislante adecuada. De lo contrario, será mucho más costoso generar calor en el interior y que se mantenga. El cierre hermético de las ventanas también ayudará a que la temperatura se mantenga constante. Otros factores como el aprovechamiento de la radiación solar en la orientación de la vivienda u otros elementos que la protejan, pueden influir mucho en la temperatura interior. Por ejemplo, una vivienda con las habitaciones orientadas al sur y que reciba luz durante el mayor número posible de horas al día, será mucho más cálida que una casa orientada al norte o que sea oscura. Y si está resguardada por otras viviendas cercanas, edificios, etc, también tendrá menos dificultades para conseguir la temperatura adecuada y mantenerla.

Elementos que ayudan a mantener el frío a raya en casa

Los radiadores con caldera de gas calientan de forma homogénea toda la casa y son recomendables en climas fríos. Son el sistema de calefacción más utilizado en España. En este tipo de climatización el buen funcionamiento y uso adecuado del termostato es muy importante. Según los expertos, la temperatura ideal de la calefacción debería oscilar entre 19 y 21 grados. Los termostatos programables son especialmente útiles por la noche, para que no se acumule calor en exceso en las habitaciones. Lo recomendado por la noche es en lugar de apagar la calefacción, programar que se baje la temperatura entre 17 y 18 grados. Los termostatos programables también permiten reducir el consumo energético, especialmente los cronotermostatos digitales sin cable, que permiten controlar la calefacción a distancia.

Los calefactores eléctricos también tienen ventajas según necesidades específicas. Son la mejor opción cuando se quiere calentar un espacio pequeño como una cocina, un cuarto de baño… Para estos casos, y si se trata de una estancia de dimensiones reducidas, un calefactor portátil resultará muy práctico. Un calefactor calientacamas también sería un ejemplo de cómo calentar un espacio muy reducido, en ese caso una cama. Otra ventaja de los calefactores eléctricos es su fácil manejo y transporte, así como el reducido espacio que ocupan. Tampoco hay que olvidar que no necesitan instalación ni combustible, y no requieren del mantenimiento especial de otros sistemas de calefacción. No necesitan salida de humos, son silenciosos y no contaminan. Pueden utilizarse también para complementar la calefacción de gas cuando el clima es muy frío o cuando solamente interesa calentar una habitación. Existe una amplia variedad de calefactores eléctricos, como termoventiladorescalefactores torreemisores térmicos digitales, placas radiantesradiadores infrarojoscalefactores cerámicos con mando a distancia

Son muchas las soluciones para que el frío no te impida disfrutar del confort en casa, tu refugio favorito sobre todo en invierno. Disfrútalo con la temperatura adecuada, pocas cosas son tan agradables como la calidez del hogar cuando el frío aprieta.

Con la llegada del invierno, una de las estaciones más extremas, la climatización en el hogar cobra mucha importancia. No es para menos, ya que la temperatura influye directamente en muestra salud. Conseguir una temperatura idónea en casa que nos libre de las consecuencias negativas de pasar frío es una de las necesidades domésticas más básicas. Téngase en cuenta que en una vivienda pueden haber cambios bruscos de temperatura con solo cambiar de habitación. Aunque a veces no se le concede importancia a este hecho al estar dentro de casa, en realidad es más importante de lo que parece. Los cambios bruscos de temperaturas son los responsables de la mayoría de los resfriados. Esto ocurre porque los virus aprovechan cuando nuestro sistema inmunitario está bajo en defensas para atacarnos. Aunque nuestras defensas sean fuertes, el sistema inmunológico tienen que adaptarse a los cambios de temperatura, haciendo para ello cierto esfuerzo. Es entonces cuando los virus aprovechan para atacar. Además de resfriados, los cambios bruscos de temperatura pueden provocar alergias respiratorias. Estudios médicos revelan también que estos cambios bruscos de temperatura pueden incrementar el riesgo de infartos de miocardio y angina de pecho. Como puede verse, merece la pena dedicar atención a conseguir una temperatura idónea en el interior de casa.

La temperatura más adecuada: una cuestión de salud

Según los médicos, la temperatura más óptima para nuestro organismo realice correctamente sus procesos fisiológicos debe ser de 36,5 grados. Nuestro cuerpo dispone de mecanismos para regular el calor corporal de modo que le afecte lo menos posible los cambios de la temperatura ambiente. Cuando la temperatura externa desciende, el cuerpo pierde calor, provocando que nuestra temperatura interna baje también. Es entonces cuando nuestro organismo trabaja intensamente para generar calor y conservarlo en nuestros órganos principales. Lo que ocurre cuando sentimos frío de forma prolongada es que al verse obligado nuestro organismo a esforzarse en generar calor, las defensas se vuelven más vulnerables. Por eso se hace necesario que en el interior de casa consigamos una temperatura lo más óptima posible, y eso implica que sea homogénea en toda la casa.

Para conseguirlo, el primer paso será evitar que el frío se cuele en el interior de casa. Para conseguir una buena climatización es muy importante que las ventanas y paredes de la casa tengan la capacidad aislante adecuada. De lo contrario, será mucho más costoso generar calor en el interior y que se mantenga. El cierre hermético de las ventanas también ayudará a que la temperatura se mantenga constante. Otros factores como el aprovechamiento de la radiación solar en la orientación de la vivienda u otros elementos que la protejan, pueden influir mucho en la temperatura interior. Por ejemplo, una vivienda con las habitaciones orientadas al sur y que reciba luz durante el mayor número posible de horas al día, será mucho más cálida que una casa orientada al norte o que sea oscura. Y si está resguardada por otras viviendas cercanas, edificios, etc, también tendrá menos dificultades para conseguir la temperatura adecuada y mantenerla.

 

Elementos que ayudan a mantener el frío a raya en casa

Los radiadores con caldera de gas calientan de forma homogénea toda la casa y son recomendables en climas fríos. Son el sistema de calefacción más utilizado en España. En este tipo de climatización el buen funcionamiento y uso adecuado del termostato es muy importante. Según los expertos, la temperatura ideal de la calefacción debería oscilar entre 19 y 21 grados. Los termostatos programables son especialmente útiles por la noche, para que no se acumule calor en exceso en las habitaciones. Lo recomendado por la noche es en lugar de apagar la calefacción, programar que se baje la temperatura entre 17 y 18 grados. Los termostatos programables también permiten reducir el consumo energético, especialmente los cronotermostatos digitales sin cable, que permiten controlar la calefacción a distancia.

Los calefactores eléctricos también tienen ventajas según necesidades específicas. Son la mejor opción cuando se quiere calentar un espacio pequeño como una cocina, un cuarto de baño… Para estos casos, y si se trata de una estancia de dimensiones reducidas, un calefactor portátil resultará muy práctico. Un calefactor calientacamas también sería un ejemplo de cómo calentar un espacio muy reducido, en ese caso una cama. Otra ventaja de los calefactores eléctricos es su fácil manejo y transporte, así como el reducido espacio que ocupan. Tampoco hay que olvidar que no necesitan instalación ni combustible, y no requieren del mantenimiento especial de otros sistemas de calefacción. No necesitan salida de humos, son silenciosos y no contaminan. Pueden utilizarse también para complementar la calefacción de gas cuando el clima es muy frío o cuando solamente interesa calentar una habitación. Existe una amplia variedad de calefactores eléctricos, como termoventiladorescalefactores torreemisores térmicos digitales, placas radiantesradiadores infrarojoscalefactores cerámicos con mando a distancia

Son muchas las soluciones para que el frío no te impida disfrutar del confort en casa, tu refugio favorito sobre todo en invierno. Disfrútalo con la temperatura adecuada, pocas cosas son tan agradables como la calidez del hogar cuando el frío aprieta.