El tablero recubierto ofrece numerosas combinaciones entre colores y acabados, distintos diseños y texturas, característica decorativa que te permitirá conseguir piezas únicas dónde lo apliques.
El material es resistente al día a día (a la humedad, a las altas temperaturas, a rayaduras, a los productos de limpieza...) ya que su superficie queda completamente sellada y libre de poros e impide el desarrollo de cualquier elemento microorgánico parásito. Este tipo de tableros aglomerados admiten ser trabajados con cortes y perforaciones, así como la restauración, con los productos específicos, de las zonas adyacentes afectadas por la labor realizada.
El tamaño del tablero es de 2440 mm por 1220 mm y tiene un grosor, espesor, a elegir entre 10 mm, 16 mm o 19mm.